Por Lorena Barboza
Educadora y periodista
Educadora y periodista
...Muchos somos los que nos preguntamos el por qué de tantas
enfermedades tan nocivas para los seres humanos; también sabemos de todos los
adelantos de las técnicas actuales y su imposibilidad para erradicarlas.
Entonces, ¿por qué hay tanto enfermo crónico? ¿Son necesarios
para mantener un gran negocio? El Premio Nobel de Medicina 1993, Richard Roberts,
en una entrevista para el diario La vanguardia dijo “…las farmacéuticas a
menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así
que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de
medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen
experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento. …Se
han dejado de investigar antibióticos porque son demasiado efectivos y curaban
del todo. Como no se han desarrollado nuevos antibióticos, los microorganismos
infecciosos se han vuelto resistentes y hoy la tuberculosis, que en mi niñez
había sido derrotada, está resurgiendo y ha matado este año pasado a un millón
de personas”.
Sabemos que el SIDA y el cáncer, por
ejemplo, no han podido ser controlados… Uno se imaginaba que la política y la
religión se movían por intereses meramente económicos, por las luchas por
el poder, pero lo que me eriza el cabello es la posibilidad de que pudiese
entrar en el juego de esta ruleta rusa, la sanidad internacional. Y me pregunto… ¿por qué se permite tanto mal
en el mundo y por qué la colaboración de los medicos, quizás aún sin querer?
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