martes, 7 de enero de 2014

“El ingreso de Costa Rica a la OCDE: Si cree que hemos terminado con el neoliberalismo, se equivoca”

Por Gerardo Barboza   
Educador

II Parte


En el artículo anterior, “El ingreso de Costa Rica a la OCDE: Consolidando el desastre neoliberal”, (“El ingreso de Costa Rica a la OCDE: Consolidando el desastre neoliberal”, I parte) se hizo referencia al análisis fundado del economista Mario Alejandro Valencia, Subdirector de Cedetrabajo y profesor de Economía de la Universidad Central, autor de “El ingreso de Colombia a la OCDE: consolidando el desastre neoliberal”, publicado en Deslinde, edición 53 del 13 de septiembre de 2013.

Diversas reacciones a lo manifestado surgieron. Algunas de esas reacciones, por ejemplo, fueron desde la utilización de lenguaje subjetivo, pasando por remembranzas de la Guerra Fría hasta preguntas que han sido ya contestadas en reiteradas ocasiones. Todas las reacciones expresadas desde distintas ópticas merecen respeto y deben ser, aunque sea brevemente, contestadas.

Unas reacciones hablan de “objetividad”, en razón de que debe conocerse más lo que hace la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y que, por lo tanto, no debe “satanizarse” el ingreso de Costa Rica a esa organización.

Como consta en todas las publicaciones ofrecidas, las referencias públicas y fundadas utilizadas no son inescrutables por quien guste y, la evidencia de lo que han hecho los mismos partidos políticos con Costa Rica en los últimos treinta años, no es un espejismo ni una “percepción” antojadiza.

Consecuentemente, “satanizar” –como se indicó en las reacciones- no obedece más que a una posición de quienes acostumbran “sacralizar” lo que algunos desean que veamos, lo que les conviene. Es el año 2014 del siglo XXI; los avances científicos y tecnológicos están a la disposición de todos los que deseen conocerlos de manera fundada. Los “actos de fe”, que es de donde se deriva la “satanización” y la “sacralización” en marcas y prestigios fabricados, no pueden seguir decidiendo el rumbo de Costa Rica. Precisamente por esos “actos de fe” en los incapaces dentro de los partidos políticos que han estado a cargo de Costa Rica en los últimos treinta años, son por los que el país se encuentra en su deplorable situación actual. Un “acto de fe” reciente lo constituyó las bondades que traían los tratados de libre comercio…pero el “milagro” no ha sucedido… En otro “acto de fe”, ahora debemos creer que con el ingreso a la OCDE el “milagro” del desarrollo sucederá…  

Otras reacciones despiertan los fantasmas de la Guerra Fría. Se concentran en lo que haya realizado el bloque soviético en aquel entonces. No obstante, tendríamos que despertar también a las dictaduras de derecha que han existido en Latinoamérica. El mundo cambió. Es el año 2014 del siglo XXI. Conocer sobre esos fantasmas del pasado es conveniente para que no se repita ninguno de esos extremos en los que, al final de cuentas, quienes han perdido son los pueblos. Es más oportuno, sin embargo, poner mucha atención a los vivos (en sentido estricto y coloquial) del presente que despertar fantasmas con el propósito de crear temores. Los vivos de los últimos treinta años, que aún están presentes, se han prestado para establecer un poder hegemónico que ¿podría interpretarse como otra dictadura, pero globalizada…? Al parecer para los “sacralizadores” eso está bien y es objetivo…

Se debe extender una disculpa por la incapacidad que pueda haberse tenido al escribir estos aportes publicados en este distinguido medio de comunicación. Se ha consultado a personas con distintos grados de escolaridad y edad sobre si la información planteada no es clara en cuanto a la propuesta para “revertir” el desastre en que nos han colocado los incapaces en los partidos políticos a cargo del país en los últimos treinta años. Los consultados han respondido: “la propuesta es clara, el primer paso para iniciar la reversión es acabar con el bipartidismo”.

Había que realizar esa consulta personal para determinar si lo planteado no estaba claro, pues es difícil conocer la intención de quienes preguntan de manera ambigua cuando, claramente, se ha propuesto lo que debe hacerse para “revertir” la situación… De manera explícita, entonces, el primer paso es: el Partido Liberación Nacional junto con los otros del mismo perfil no deben seguir a cargo del país. Se concluye entonces que el problema de unos pocos se circunscribe a la comprensión de lectura…

Veamos. Cuando alguien tiene un dolor de muela, de buena fe busca a un profesional para que le resuelva el problema. El doliente explica el problema al profesional para que este brinde la solución. Es el profesional el que debe aportar la solución porque dice estar preparado para ello y, además, puede encontrarse ubicado en un suntuoso edificio y con tecnología de punta para dar credibilidad adicional a su profesionalismo y, por ello, cobra honorarios, con todo derecho.

El profesional entonces ha diagnosticado caries en la muela como causa del dolor y procede a solucionar el problema. Coloca, según lo que corresponda, amalgama o resina. El paciente regresa a su casa. Por la noche, el dolor de muela es muchísimo más fuerte que aquel que provocó la consulta al profesional. El paciente regresa para que le resuelva el problema se suponía resuelto. Pero… ¿qué pasaría si el profesional, graduado, luego de habérsele pagado los honorarios, le responde al paciente: “¿qué hacemos para revertirlo…?”? Desde luego, ante tal pregunta, y si el problema no es resuelto, el paciente podrá ejercer todos los mecanismos legales a disposición. Sin embargo, si dentro de ese proceso descubre que aquel profesional que prometió resolver el problema no lo es, y no se encuentra debidamente acreditado, la situación se complica más. Afortunadamente contamos con un colegio profesional que podrá intervenir, así como las instancias legales para denunciar el ejercicio ilegal de la profesión.

¿Cuál diferencia puede existir entre la situación descrita y los ciudadanos a quienes se nos presenta una oferta política que muchos, de buena o calculada fe, “sacralizadores”, aceptan acríticamente?

Piden que se les contrate, sin tomar en cuenta que el despido de un Presidente de La República no es tan sencillo. Luego, al entender la torpeza sobre la contratación, promueven que es el tiempo de “hablar menos y hacer más”, olvidándose de la idiosincrasia costarricense claramente resumida en el aforismo popular “hablando se entiende la gente”. La mordaza subliminal de “hablar menos” es además acompañada por otra torpeza adicional: “quienes decidimos nos equivocamos”. Las continuas “equivocaciones” de los últimos treinta años no son simples e ingenuas “equivocaciones”; “equivocaciones” reiteradas con altos cargos al erario público entran en la esfera del Derecho Penal… si no es así, me disculpo, y corrijan de manera fundada para que todos aprendamos…

Y es aquí donde toma más relevancia el ejemplo de la muela. A cargo de este país en los últimos treinta años han estado “doctores”, “másteres”, “licenciados”, todos “muy científicos”, “expertos” y “especialistas”, y otros… Pocos de esos con credenciales para lo que dirigen; a otros, no se les conoce credencial alguna. Quienes se identifican con ese grupo de empíricos, al relatárseles el fracaso en que nos han puesto, piden, además la solución (soluciones hace tiempo dadas y desoídas) o bien, se vuelven repetidores del discurso neoliberal en las comunidades, escuelas, colegios y universidades. Cuando se les reclama la garantía por la “amalgama” o la “resina” pagada de manera leonina, se ocultan, no responden porque simplemente (1) saben lo que hacen y continúan embaucando al país, (2) en realidad son grandes ignorantes con títulos obsequiados o transmutados desde un simple certificado de asistencia a un seminario en cualquier universidad de “prestigio”, a un grado académico… En cualquiera de estos dos casos y otros más, no conviene que se encuentren más a cargo del país (para quienes no comprendan, esto es una solución).

El primer paso es no entregarles el poder nuevamente. Antes decían que en cuatro años no se lograba nada, pero aun así seguían y siguen (doblemente) postulándose. Duplicaron el periodo con ocho años de “gobierno” del mismo partido político, algunos con promoción automática, y tampoco lograron nada...pero para el país. En “relevos”, en los últimos treinta años tampoco lograron nada para el país, pero sí para de quienes reciben órdenes. ¿Qué se han creído para indicarnos el ritmo de desarrollo que debemos tener? En el lenguaje burdo en boca dizque académica, dicen que hay que esperar para que las cosas “cuajen”… Treinta años, más ocho años de desaciertos firmes pero deshonestos ¿no son prueba suficiente de que a Costa Rica la ha “gobernado” una élite de incapaces? Y aun así buscan “gobernar” de nuevo por medio de una campaña torpe como la “estrategia” de relación subordinada anulada: “contráteme”; o la nueva “estrategia” de “socios”: “construyamos”, adornada con el discurso de “equivocaciones” ingenuas… Ni como empleados, ni como “socios” y menos como jefes… No existe credencial que valga el puesto a la presidencia del país (para quienes no comprendan, esto también es una solución).

Fuera del poder, Costa Rica debe cambiar los requisitos para que un ciudadano alcance la presidencia del país, para nombrar diputados, y, especialmente, a  rectores universitarios y a los demás … No se puede continuar con ineptos titulados a cargo del país (para quienes no comprendan, esto también es una solución).

No necesitamos a políticos con “doctorado”, “máster” o “licenciatura” de nada, que “sacralizan” prestigios fabricados e infundados, incapaces de poder pensar por sí mismos y para el país. “Necesitamos a políticos con conocimientos científicos y adeptos al pensamiento crítico basado en las pruebas para que plasmen esos hallazgos y recomendaciones en políticas y acuerdos internacionales”, decía el connotado economista Jeffrey Sachs (para quienes no comprendan, esto también es una solución).

Para algunos el ejemplo sobre la muela podría parecer sin sentido y una analogía impertinente para los “grandes desafíos” (en lenguaje neoliberal) que presenta el país… Si es así, demuéstrenlo de manera fundada y publicada, no en escuetos comentarios… La futura conducción de Costa Rica no puede ser gestada a través de un concurso de simpatía o belleza como “Miss Universo”… un “Mr. /Ms. Politician 2014”…

Nos encontramos en la sociedad del libre mercado, de las defensorías del consumidor, de las garantías. Ante la oferta política en un Estado de Derecho podemos exigir que quienes traten el “dolor de muela” nacional, en verdad lo curen. Para eso reciben salarios, honorarios y otros… Les estamos demostrando que han provocado la enfermedad y que los remedios que han presentado no han servido, ni sirven ni servirán. Les estamos demostrando que los mismos males que padecen otras naciones, son los mismos males que han provocado en Costa Rica en los últimos treinta años los mismos empíricos con cualquier título, y que recetan el mismo placebo. Así como existe una carrera diplomática, debe existir una carrera presidencial. Más empíricos a cargo del país, sin credencial alguna más que el desastre provocado en los últimos treinta años no debe continuar. 

¿Por qué, por ejemplo, si no se acepta que un empírico, sin credencial alguna además, cure una muela, se permite que cualquier empírico titulado dirija al país junto con otro equipo de incapaces?



“Si cree que hemos terminado con el neoliberalismo, se equivoca”

Lo anterior viene del título del artículo “If you think we’re done with neoliberalism, think again”, publicado en enero de 2013, por George Monbiot.

¿Y quién es Monbiot? Es autor de “best sellers” como “The Age of Consent: A Manifesto for a New World Order”, “Captive State: The Corporate Takeover of Britain”, “Poisoned Arrows, Amazon Watershed” y “No Man’s Land”. Una de sus recientes publicaciones es “Heat: How We Can Stop the Planet Burning”.

Monbiot ha sido profesor en las universidades de Oxford (política medioambiental), Bristol (filosofía), Keele (política) y East London (ciencias ambientales).

En 1995 Nelson Mandela le hizo entrega del “United Nations Global 500 Award for outstanding environmental achievement”.

Desde luego, se reitera, ni Monbiot ni ningún autor referenciado en estas publicaciones necesita promoción. Por el contrario, necesitamos conocer el criterio fundado de esos autores para tratar de comprender cómo lo que se presenta en Costa Rica, una vez más, “sacralizado” por unos y sesgadamente presentado por cierta “prensa”, tratando de exorcizar “fantasmas” de la mente de jóvenes talentosos como los del vídeo “Nuestro nombre es Costa Rica”, es la ruta equivocada por la que desean seguir conduciendo al país... trocha iniciada hace treinta años…

Dice Monbiot:

“La aplicación global de una teoría económica fraudulenta trajo a occidente de rodillas. Sin embargo, para aquellos en el poder, ofrece riquezas”.

“Las demandas de los ultra-ricos han sido disfrazadas en una sofisticada teoría económica y aplicada sin importar su resultado”.

“En 2012, las 100 personas más ricas del mundo llegaron a ser US$241 millones de millones de dólares más ricos. Ellos ahora valen $ 1.9 trillones: sólo un poco menos de toda la producción del Reino Unido”.

“Esto no es el resultado de la casualidad. El aumento de las fortunas de los súper ricos es el resultado directo de las políticas. Éstas son algunas de ellas: la reducción de las tasas de impuestos y el cumplimiento tributario; la negativa de los gobiernos a recuperar una parte decente de los ingresos provenientes de los minerales y la tierra, la privatización de los activos públicos y la creación de una economía de peaje, la liberalización de los salarios y la destrucción de la negociación colectiva”.

“Las políticas que hicieron los monarcas mundiales tan ricos son las políticas que exprimen todo el mundo. Esto no es lo que predice la teoría. Friedrich Hayek, Milton Friedman y sus discípulos  –en miles de escuelas de negocios, el FMI, el Banco Mundial, la OCDE y casi todos los gobiernos modernos- han argumentado que entre menos los gobiernos cobren impuestos a los ricos, defiendan los trabajadores y redistribuyan la riqueza, más próspero todo el mundo será. Cualquier intento de reducir la desigualdad dañaría la eficiencia del mercado, impidiendo la marea alta que levanta todos los barcos. Los apóstoles han llevado a cabo un experimento global de 30 años, y los resultados están acá. Un fracaso total”.

“Antes de continuar, debo señalar que yo no creo que el crecimiento económico  perpetuo sea sostenible o deseable. Pero si el crecimiento es su objetivo –un objetivo al que todos los gobiernos afirman suscribirse- no se podía hacer un lío más grande al liberar a los súper-ricos de las limitaciones de la democracia”.

“El informe anual del año pasado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo debió haber sido un obituario para el modelo neoliberal desarrollado por Hayek y Friedman y sus discípulos. Esto demuestra de manera inequívoca que sus políticas han creado los resultados contrarios a los que predijeron. Dado que las políticas neoliberales (reducción de impuestos para los ricos, la privatización de activos estatales, la desregulación laboral, la reducción de la seguridad social) comenzó a picar desde la década de 1980, las tasas de crecimiento comenzaron a bajar y el desempleo aumentó”.

“El notable crecimiento de los países ricos durante los años 50, 60 y 70, fue posible gracias a la destrucción de la riqueza y el poder de la élite, como resultado de la depresión de 1930 y la segunda guerra mundial. Su vergüenza dio al otro 99% una oportunidad sin precedentes para exigir la redistribución, el gasto del Estado y la seguridad social, todo lo cual estimuló la demanda”.

“El neoliberalismo fue un intento de dar marcha atrás a estas reformas. Profusamente financiados por millonarios, sus defensores eran increíblemente exitosos –políticamente. Económicamente fracasaron”.

“A lo largo de los países de la OCDE los impuestos se han convertido en más regresivos: los ricos pagan menos, los pobres pagan más. El resultado, los neoliberales afirmaron, sería que la eficiencia económica y la inversión aumentarían, enriqueciendo a todos. Ocurrió lo contrario. Como los impuestos sobre los ricos y los negocios disminuyeron, el poder adquisitivo del Estado y de las personas más pobres cayó, y la demanda se contrajo. El resultado fue que las tasas de inversión se redujeron, en sintonía con las expectativas de crecimiento de las empresas”.

“Los neoliberales también insistieron en que la desigualdad sin restricciones en los ingresos y salarios flexibles reduciría el desempleo. Pero en todo el mundo rico tanto la desigualdad y el desempleo se han disparado. El reciente salto en el desempleo en la mayoría de los países desarrollados –peor que en cualquier recesión anterior de las últimas tres décadas- fue precedido por el nivel más bajo de los salarios como porcentaje del PIB desde la segunda guerra mundial. Adiós a la teoría. Fracasó por la misma razón obvia: los bajos salarios suprimen la demanda, que suprime el empleo”.

“Como los salarios se estancaron, las personas complementan sus ingresos con la deuda. El aumento de la deuda alimentó a los bancos desregulados, con consecuencias de las que somos conscientes. Entre más crezca la desigualdad, señala el informe de la ONU, menos estable la economía y más bajas sus tasas de crecimiento. Las políticas con las que los gobiernos neoliberales tratan de reducir sus déficits y estimular sus economías son contraproducentes”.

“Como digo, no tengo perro en esta carrera, salvo la creencia de que nadie, en este mar de riquezas, debe ser pobre. Pero mirando atónito ante las lecciones no aprendidas por Gran Bretaña, Europa y los EE.UU., se me ocurre que toda la estructura del pensamiento neoliberal es un fraude… El completo fracaso de este experimento a escala mundial no es impedimento para su repetición. Esto no tiene nada que ver con la economía. Tiene todo que ver con el poder”.

Un año después de lo relatado por Monbiot, es divulgada la nueva noticia: “Los 300 más ricos del mundo sumaron 524.000 millones a sus fortunas en 2013”.

Elpidio José Silva, magistrado, escritor, profesor de Derecho Penal y Criminología, juez español que adquirió notoriedad por el “Caso Blesa”, y que ha señalado que “La madre de la corrupción está en el poder judicial”, hace poco en su cuenta de Twitter señaló:

“Si te dicen que es una “crisis” y descubres que los corruptos han expoliado todo, la crisis se llama “mentira” y también “estafa”.

Entonces, ¿a quiénes les creemos? ¿(1) a los políticos de los mismos partidos que han estado a cargo del país en los últimos treinta años, marineros de agua dulce cuyos barcos se hundieron o encallaron junto con más de mil “pensantes” expoliadores, arrastrándonos con la estela remolina neoliberal; (2) a los sin firmeza y deshonestos, (3) a los que primero se presentan en una relación de subordinación laboral, luego piden mutar a “socios” y se acompañan por quienes no hicieron más que seguir el plan, “equivocándose” por las decisiones torpes que tomaron para sus experimentos realizados, pero teniendo al país como conejillo de Indias y no a su propio peculio, (4) a los candidatos políticos que solo presentan paliativos en esos dizque debates, anuncios leoninos y panfletos puerta por puerta y no dicen cómo resolverán los problemas de fondo, (5) a quienes nos “invitan”, en palabras de Monbiot, a repetir el completo fracaso de este experimento a escala mundial, no solo con los tratados de libre comercio sino con el anunciado ingreso a la OCDE…, o bien, a las experiencias fracasadas en otros países y a los científicos costarricenses e internacionales serios que no necesitan “sacralizar” a nada ni a nadie, exorcizar fantasmas de la mente de una nueva juventud pensante y no adoctrinada?

Responder estas preguntas antes es, para los que no comprenden, parte de la solución…

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