No más etnocentrismo |
Por Gerardo Barboza
Educador
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Existe en
el planeta un denominador común (o dominador común) que ha dictado las pautas
sobre qué y cómo debe enseñarse y aprenderse lenguas distintas a la materna,
particularmente el inglés. Ese monopolio ha sido exportado a países en
desarrollo como Costa Rica y acríticamente importado como la respuesta a los fracasos que ese mismo denominador común
ha generado.
El
denominador común se caracteriza esencialmente por ser etnocentrista, en el que
un grupo de "gurúes" se organiza con base en la intuición, con
disfraz científico, y decide que deben existir "estándares" a los
cuales el resto del planeta debe adherirse. Esos estándares indican que en la enseñanza
y el aprendizaje del inglés, debe seguirse un mismo enfoque metodológico,
empacado en instrumentos lingüísticos subjetivos, pruebas estandarizadas
internacionales insuficientes, coloridos libros de texto adornados con CD's y
DVD's para parecer modernos y justificar los rentables "niveles" a
los que los estudiantes son sometidos.
Ese
denominador común, extendido por todo el orbe, ha producido el fracaso
experimentado en los sistemas de educación pública en países en los que el
inglés no es la lengua principal. Consecuentemente, ha provocado que las
compañías no puedan encontrar el suficiente personal idóneo, y que los
ciudadanos no puedan optar por ese tipo de empleos, solo porque han sido (de)formados
en ese dominador común de "vigencia mundial".
Los resultados de un estudio conducido por
Opinion Research Corp., reportados en el artículo "Making Bangalore Sound
Like Boston", de la revista BusinessWeek, indican que "los centros de
llamadas en el extranjero se cambian al correo electrónico y al chat para atender a sus frustrados
clientes de los Estados Unidos". El artículo señala, además, que un
"62% de los clientes estadounidenses se quejan del servicio si sospechan
que el agente es del extranjero y la tasa de insatisfacción se duplica si
llaman a un agente que creyeron se encontraba en los Estados Unidos".
En el artículo citan al vicepresidente de la
empresa MphasiS, Jeroen Tas: "la molestia se activa cuando [los clientes]
oyen el acento", especialmente si ya [los clientes] tienen un
problema". El artículo también cita
el estudio realizado por Convergys Corp. (CVG) —"el centro de llamadas más
grande del planeta con 66.000 empleados en 30 países"—cuyos hallazgos
muestran que un "72% de los clientes estadounidenses alegan que
preferirían utilizar sistemas automatizados por voz, o Internet, que hablar con
un agente extranjero".
En otro artículo por Susan Campbell, de TMCnet:
"Indian Call Center Agents Suffering Health Problems Due to Caller
Abuse", se reportan los resultados de un estudio realizado por Dataquest —"revista
de información tecnológica"—, en el que se indica que "un 25% de los
agentes de centros de llamadas identificaron las llamadas de odio como la
principal causa del estrés laboral", y que éstas "además eran psicológicamente perturbadoras
para los trabajadores". Una de las causas por la cuales sucedían esas
"llamadas de odio", según Campbell, era que los "trabajadores
indios asumían identidades norteamericanas al encargarse de los teléfonos del
centro de llamadas".
En un
comunicado de la empresa Microsoft, ésta anuncia el "Speech Server 2007
Beta" que busca "facilitar a las compañías el desarrollo y manejo de
respuestas por voz bien diseñadas y aplicaciones de marcación por tonos para
atender y satisfacer las necesidades de los clientes". En su anuncio,
Microsoft se refiere al estudio de Opinion Research Corporation: "casi 7
de cada 10 consumidores dicen que es menos probable hacer negocios con una
compañía luego de una mala experiencia con un centro de llamadas".
CBS News publicó el artículo "IBM Fixes Call Center English", el cual se refiere a una "nueva tecnología diseñada para ayudar a mejorar las destrezas en el idioma en los centros de soporte tecnológico en India". En el artículo se señala igualmente que "la mayoría de empleados indios tienen un fuerte acento al hablar inglés" y que la "nueva tecnología podría resultar ser un complemento más que un sustituto en los programas de capacitación existentes". Además, señala el artículo que "a finales de los años 90,…las compañías entrenaban a sus trabajadores para que usaran acentos norteamericanos o británicos y para que utilizaran nombres occidentales…, sin embargo,… ahora la mayoría de las compañías solicitan a sus empleados hablar claramente y evitar [esos] acentos".
El conocimiento acerca de la interacción y la comunicación
interpersonal, de tipo intercultural, disminuiría (1) la pérdida de la
identidad nacional y (2) los estereotipos racistas que desfavorecen tanto al trabajador
como al cliente extranjero. La incorporación de los avances tecnológicos, como
los de IBM y Microsoft, ayudarían a complementar un mejor aprendizaje y
práctica de lenguas, en relación directa con las funciones que se realizan en
una empresa. La capacitación con objetivos claros y en respuesta a las necesidades
específicas de cada industria, como lo ha hecho IBM en India o, como es el caso
ejemplar de SYKES en Costa Rica a través de su "Language Academy", sugieren
que problemas específicos no pueden resolverse con planes o estrategias
generales que no se fundamentan en investigación científica independiente.
Si Costa Rica no escapa del etnocentrismo
estandarizado en la enseñanza y el aprendizaje de idiomas, solo por mantenerse
adherido a un fracasado denominador común de "vigencia mundial",
seguirá expuesta, al igual que lo han estado India, Corea del Sur, Japón, Vietnam,
China y Latinoamérica, a no resolver la escasez de personal que sea capaz de
comunicarse plurilingüística e interculturalmente en entornos sociales,
académicos, profesionales y de negocios.
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