Por
Lorena Barboza
Periodista y educadora
Lorena Barboza
Periodista y educadora
Me parece volver al pasado, cuando en varias
ocasiones escribía sobre las distintas formas de discriminación hacia la
mujer. Sin embargo, leyendo sobre la “Campaña
Ban Bossy”, de la ejecutiva de Facebook Sheryl Sandberg, que enseña a las niñas a ver, en forma natural, el pensar en llegar a
ser jefas y a tener aspiraciones, me pregunto ¿por qué hacer una campaña para enseñarles a
pensar de esa forma? Sencillamente porque desgraciadamente cuando una mujer
ejerce una jefatura se convierte en “mandona” ante los ojos de los demás. Eso no ocurre con los varones.
Como mandonas, de hierro o frías, han sido
catalogadas muchas mujeres que se han distinguido por su poder en la política,
los negocios o el mundo artístico.
Es hora de ir desechando esos estereotipos. No podemos seguir consintiendo que se hagan
comparaciones odiosas y que la peor parte la lleven las mujeres. Tan jefe puede ser un hombre como una mujer,
y ambos pueden tener las mismas aspiraciones.
No es justo que a ellos se les considere ambiciosos y a ellas
calculadoras por querer alcanzar las mismas metas.
Todos en casa tenemos niñas o jóvencitas que
necesitan de nuestro apoyo y debemos comenzar por fomentar en ellas el
liderazgo, y el respeto en el resto de la familia. Me gusta la campaña de Sandberg en la que
dice que "Las palabras importan". No más términos despectivos como testaruda,
dominante, sabelotodo, agresiva o
mandona par alas mujeres que se distinguen por su capacidad. Necesitamos un trato igualitario
¿no cree?
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