miércoles, 9 de abril de 2014

Sor Lucía Caram: polémica y revolucionaria


Por Lorena Barboza
Periodista y educadora 
 

Es refrescante y esperanzador descubrir que entre tanta mala noticia sobre religiosos involucrados en pedofilia y riquezas económicas ilícitas, entre otros graves hechos, haya otras personas que dignifican su vocación y tienen un verdadero compromiso social.



Una religiosa en particular ha llamado mi atención.  Monja de clausura, vive en España desde hace 18 años, y no le tiembla la voz para denunciar lo que el gobierno de Mariano Rajoy ha provocado en esa nación europea.  Sin tapujos denuncia que “el gobierno se ha convertido en una cueva de ladrones y corruptos”. 



Mujer y monja… ¡Se necesita valor para denunciar las cosas por su nombre y no temer! Ella es Sor Lucía Caram, una argentina que salió de su casa a los 18 años para dedicarse a la vida religiosa.



Es polémica.  Ha dicho que no cree en el infierno y está a favor del uso de preservativos. Admite que vivimos bajo un mundo machista y en un sistema patriarcal imperante.  Para ella “todos los ‘ismos’ son peligrosos, incluido el cristianismo, porque “cuando fanatizamos y hacemos una ideología, somos peligrosos”.



¿Por qué Sor Lucía dice lo que piensa y siente, en forma tan directa? Porque no se desentiende de lo que ocurre  fuera de un claustro. “En la vida contemplativa te llegan las noticias de lo que vive la gente y tienes dos opciones:  cerrar los oídos y dedicarte a pedir a Dios, o implicarte”.  Ella, de la orden de las Dominicas Contemplativas de Manresa, Cataluña, decidió salir y luchar por la justicia. Decidió implicarse; lo hizo publicando su autobiografía “Mi claustro es el mundo” y ahora utilizando los medios de comunicación para denunciar y hacer.



Qué maravilloso sería ver a más religiosos como Sor Lucía haciendo de su vocación un verdadero instrumento para alcanzar el bienestar colectivo.  Necesitamos más ejemplos como ella que no teman y que hagan suyas sus palabras “…podrán censurarte, condenarte, mandarte a callar, pero no podrán quitarte la pasión que llevas en tu corazón… yo entiendo que mi claustro es el mundo, porque en el mundo resuena la voz de Dios”…