jueves, 19 de diciembre de 2013

“PISA tiene el potencial de lanzar hacia la crisis el sistema educativo de un país”

Por Gerardo Barboza 
Educador

Cuando las respuestas fundadas de quienes afirman saber sobre lo que proponen son inexistentes, y, cuando esas “propuestas” son las que señalan la política educativa que un país debe seguir -no solo a mediano, sino a largo plazo- es imprescindible exigir, en el contexto del libre mercado, la garantía total del producto propuesto. Todos los consumidores tenemos ese derecho, ¿o no es así?

Señores del Ministerio de Educación Pública (MEP) –incluido ese “Consejo ¿Superior? de Educación”-, Presidencia de La República, Contraloría General de La República (CGR), Consejo Nacional de Rectores (Conare), Defensoría de Los Habitantes, medios de prensa allegados, y candidatos presidenciales:
¿Cuál es la garantía de lo que “propone” el NO evaluado “IV Informe Estado de la Educación” en torno a PISA y las consecuentes ¿“nacionales”? reformas educativas que se han venido implementando, son las que Costa Rica necesita?
Por favor no salgan con respuestas (como encuestas) donde cada uno de los emplazados es “juez y parte”.

Continúan sin contestar los artículos “Preguntas a los encargados IV Informe Estado de la Educación”, “Ministro Garnier: ¿Cuáles son las ventajas con PISA?”, entre otros. Al parecer, en esos informes “analizan” y promueven la “competencia lectora”, pero no la han demostrado cuando se les emplaza directamente. Son ustedes quienes promueven un “debate democrático”, ¿pero solo en la república olímpica de quienes no exigen prueba científica?

Más para que lean, analicen y contesten.
Como lo he manifestado en mis artículos, los científicos de orden mundial que he citado, no necesitan promoción alguna. Pero, en el discurso de ustedes para justificar las pruebas estandarizadas, no solo las infundadas de bachillerato, sino las internacionales –y demás ocurrencias-, hablan de la “necesidad de compararse”. Desde luego, esa “necesidad” inventada, ha de satisfacerse con estándares abundantes en falencias, no en la educación y la investigación comparada que las refuta y, sobradamente, las desvirtúa.
El Dr. Hugh Morrison, de “The Queen’s University of Belfast” es una autoridad mundial en educación e investigación científica. No lo dice quien subscribe, con quien los “expertos” criollos rehúyen debatir. Lo dicen los medios internacionales de primer orden.
El artículo “A fundamental conundrum in psychology’s standard model of measurement and its consequences for PISA global rankings” (Un dilema fundamental en el modelo estándar de la psicología de la medición y sus consecuencias para la clasificación mundial de PISA) les demuestra, en palabras del Dr. Morrison, que “PISA tiene el potencial de lanzar hacia la crisis el sistema educativo de un país”, contrario a lo que el IV Informe Estado de la Educación “sugiere”.

Es tal el impacto de “A fundamental conundrum in psychology’s standard model of measurement and its consequences for PISA global rankings”, que en el blog de la Dra. Diane Ravitch, otra distinguida autoridad mundial en educación, uno de los comentaristas señala:
“El siguiente es un documento elaborado por el Dr. Hugh Morrison, de The Queen’s University of Belfast, Irlanda del Norte, que comenzó el TES en sus publicaciones recientes acerca de las fallas en el uso del modelo de Rasch por PISA-OCDE. Por favor tómese el tiempo para leerlo y tal vez pasarlo a cualquiera de sus contactos. Tal vez alguien pueda ser capaz de refutar las afirmaciones del Dr. Morrison basadas en una respuesta matemática. Hasta el momento, Andreas Schleicher y todo el Consorcio PISA han sido incapaces de hacerlo. Las implicaciones para la actividad de PISA en las escuelas de los Estados Unidos son alarmantes ya que el modelo que utilizan es “defectuoso en sus fundamentos”.

Si PISA es defectuoso desde sus fundamentos, ¿cuál es la razón por la cual el IV Informe Estado de la Educación lo sugiere? ¿No lo sabían?... Ya lo saben, ¡corrijan!, junto con el MEP, que firma autorizaciones leoninas para pagos relacionados con esas pruebas.
En “The Pressure is Piling on Pisa” (La presión se está acumulando sobre Pisa), el Dr. Morrison escribe: “Los críticos sobre nuestras escuelas deben hacer su tarea antes de creer en PISA”.  En Costa Rica, ¿ya ustedes hicieron su tarea?

Continúa el Dr. Morrison: “…los lectores se sorprenderán al conocer en los artículos publicados en Times Educational Supplement que una gran proporción de las clasificaciones PISA no se basa en el desempeño real de los estudiantes sino en números al azar… La mayoría de la gente desconoce que la mitad de los estudiantes que tomaron PISA [2006] no contestaron ningún ítem sobre lectura. A pesar de esto, PISA asignó puntajes sobre lectura para esos estudiantes”.

De lo anterior surgen las siguientes preguntas: ¿Cuáles son los estudiantes que, en Costa Rica, han tomado PISA? ¿De qué colegios provienen? ¿De cuáles provincias? ¿Quién o quiénes los escogen? ¿Cuál es el proceso de selección que siguen? ¿Cómo se constata que PISA entrega al país resultados sobre la base de estudiantes que en realidad tomaron las pruebas? ¿Dónde se encuentra publicada la información que contesta en detalle, al menos, las anteriores preguntas?

Morrison además cita a otras autoridades mundiales. Una de ellas es el Dr. Svend Kreiner, de University of Copenhagen, quien estudió y trabajó precisamente con el Dr. Georg Rasch, del modelo de Rasch.
Kreiner indica: “Lo mejor que podemos decir de las clasificaciones PISA es que son totalmente inútiles”. 

Otra autoridad es el matemático británico Tony Gardner, de Birmingham University, quien, según Morrison, se ha referido a los resultados PISA como “snake oil”, frase en inglés para referirse a “una preparación sin valor fraudulentamente vendida como una cura para muchos males”, que al castellano podría traducirse como “pomada canaria”.
De igual manera, Morrison recomienda visitar el blog del estadístico David Spiegelhalter, de Cambridge University, para que el lector comprenda la extensión de las deficiencias de PISA.

Al final de su artículo, el Dr. Morrison le dice a su ministro de educación que en su país se pagó un caro estudio sobre las escuelas a PISA, y le sugiere que mejor le pida el reembolso por lo pagado y una disculpa por el daño causado a la reputación escolar de aquel país...
MEP: ¿Va a pedir el reembolso por todo lo pagado a PISA? ¿Cómo defiende la reputación de la educación costarricense que precisamente ha estado a cargo de ustedes y las universidades? ¡Dónde se ha visto! ¡Pagar por infundados comerciales para que degraden la reputación educativa de un país!

Coincidencias… “están mal, lo decimos nosotros los infundados; ahora deben hacer lo que decimos para que estén bien…”.

Acá en Costa Rica la tónica en el discurso de quienes dicen “saber” ha sido, especialmente desde 2006, que los profesores son “malos”, que la educación es “mala” y que, por lo tanto, debe aceptarse de manera acrítica lo que los organismos internacionales “sugieren”. Solo que lo que estos organismos internacionales han “sugerido” no ha servido. Un ejemplo claro ha sido el fracaso en la educación en lenguas, especialmente del inglés. Las universidades públicas que, en algún momento gozaron de un prestigio, al menos en educación, se han doblegado a lo que estándares insuficientes comerciales dicen… ¿Constituye esto una declaración de quienes están a cargo, sobre su incapacidad para producir el conocimiento que el país necesita, alejados de marcos pseudo teóricos? Si es así, pueden retirarse. ¿A qué o a quiénes obedecen?...

¡Tantos “doctores”, “másteres” y “licenciados” congregados en un “culto” a deidades dizque educativas!

Demuestren que lo que dicen las autoridades mundiales -las serias- es erróneo. En el ínterin, dejen de estar “sugiriendo” infundados comerciales como política de Estado en estudios cuyos diseños de investigación fueron ordenados por otros, y, a quienes corresponda, dejen de estar autorizando pagos a cargarse a cuenta de todos.

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